martes, 25 de marzo de 2014

Baba Ganoush

Esta es la razón por la cual hice el tahini antes. El baba ganoush es sabroso y divertido de hacer (porque incluye quemar cosas a propósito y eso siempre es súper divertido ^^).

Como estaba distraída (deprimiéndome sobre mi futuro hablando con mi papá de la crisis económica mundial y el peo nacional aparentemente sin solución), olvidé tomarle fotos a partes del proceso, así que tome prestadas algunas fotos de otro blog. Son las fotos con el asterisco. El blog es Big Girls, Small Kitchen. Su receta de baba ganoush no es la misma que la mía; pero como requiere menos ingredientes, es perfectamente válida también. Claro, si están en onda de comida árabe y ya hicieron el hummus de aguacate o hummus normal (prometo ponerles una receta de hummus normal pronto, es básicamente la de aguacate, pero sin el aguacate y cilantro), deberían tener todos los ingredientes. En fin, esa receta es un sabor un pelo más suave y la mía es un pelo más fuerte; pero ambas son buenas.

Paso 1:


Seguía tomándome la misma cerveza que cuando hacía el hummus de aguacate, así que no le tomé otra foto. Pasemos directo a los ingredientes.

Los ingredientes:

  • 2 berenjenas medianas
  • 1/4 cucharadita paprika o pimentón dulce
  • 1/4 cucharadita comino
  • 1 diente de ajo aplastado hasta volverlo una cremita 
  • 1 cucharada limón
  • Aceite de oliva
  • sal marina al gusto
  • un toquesito de pimienta negra



Había olvidado meter el tahini en la foto grupal de ingredientes, así que aquí está.

Paso 2:


Este paso es súper divertido y lo amo. Satisface mis impulsos piromaníacos y amor general tipo infantil de jugar con fuego. Necesitan para esto una cocina de gas (o alguna cosa que de fuego o calor así intenso, la cocina eléctrica no da). 

Lo que tienen que hacer es poner la berenjena así sobre una llama media/alta e ir quemándola y dándole vueltesitas para que se queme igual por todos lados. 


Jugar con fuego en la cociiinnaaaaaa.


Es importante hacer esto, aunque después vayan a deshacerse de la piel, porque esto es lo que le da al babaganush el sabor ahumado que tiene.

*

No importa que se les quemen mucho. De hecho noten como estas berenjenas están súper quemadas.

Paso 3:


Pongan las berenjenas en una bandeja, échenle aceite de oliva y sal marina y métanlas al horno hasta que estén súper suaves. Como unos 20 minutos.

Paso 4:


Saquen las berenjenas del horno. Dejen enfriar un poquito hasta que puedan manejarlas cómodamente con las manos.

*

Cuando se hayan enfriado, las cortan así por la mitad y les sacan la carne. Muchas recetas hablan de sacarla con una cuchara; pero yo encontré que, con la piel así quemada, la cosa es más como pelar la vaina y listo. Manéjense como les sea más cómodo. Intenten aprovechar la mayor cantidad de carne posible y listo.

*

Paso 5:


Todo a la licuadora. Agreguen bastante aceite de oliva. Luego a la nevera por unas 2 ó 3 horas y listo, mmmm. Cuando vayan a comerlo, le agregan sal y aceite de oliva al gusto.

*

Mmmmmmmm...

Salú y buen provechó.
<3


lunes, 24 de marzo de 2014

Hummus de aguacate

1. El hummus es de las vainas más ricas y fáciles de hacer del mundo
2. El aguacate es de las vainas más ricas del mundo
3. Hummus de moderfokin aguacate <3

Esta vaina es demasiado buena y refrescante y sabrosa y fácil y rápida de hacer. Es como el hijo perfecto del hummus y el guacamole. Como todos esperamos que los hijos biológicos de Angelina Jolie  y Brad Pitt sean de grandes, pero en versión comida.

Es en serio, esta vaina es una de las cosas más exitosas que he hecho y como es raro a la gente siempre le sorprende y se hace que si en 5 minutos. Lo mejor es que todos los ingredientes son cosas que consiguen en cualquier automercado. Además, todo lo de siempre de es bien nutritivo y tal. 

Paso 1:


Birra querida birra. Hay que apreciar cuando uno consigue polarsitas estos días.

Paso 2:


Los ingredientes:
  • Como medio frasco/lata grande de garbanzos (podrían cocinarlos ustedes; pero esa vaina se tarda HORAS y es una real ladilla)
  • 1/2 aguacate grande o, en el caso de los aguacates chimbos de ustedes, 2 aguacates chiquitos
  • Un manojo (tipo de mano mía) de cilantro
  • 1 1/2 cucharada de limón
  • 1/2 cucharadita de comino
  • 1/3 cucharadita pimentón dulce o paprika (es lo mismo)
  • un chorro de aceite de oliva
  • sal y pimienta al gusto
Paso 2:



Todo al frasco.



Siéntanse libres de tomar varias fotos porque la mezcla de verde, rojo y amarillo es bonita.

Paso 3:


Licúen/trituren esa verga. Vayan probando a ver si le falta más aguacate o sal (saben que está bien cuando sabe como 50% aguacate-50% garbanzo).


Moderfokin hummus de aguacate.


Tómense fotos idiotas comiendo su vaina. Es demasiado buena.

ProTip: la mejor cosa con la cual comer esto es pan de pita al que le echan aceite de oliva, sal y pimienta y meten un ratito al horno hasta que este medio tostado y durito. 

Salú y buen provechó.
<3



Tahini

Esta va a ser una entrada rápida y eficiente. Ni siquiera habrá trago al principio. Esta receta es para una mezclita que es básica en casi todas las recetas árabes (y todos podemos estar de acuerdo que la comida árabe es de la mejor comida). No es que sea indispensable; pero he probado con y sin la cremita y, coño, si se siente en cambio. Sobre todo en el baba ganoush.

Lo que pasa es que si esta crema se consigue en Caracas, yo todavía no la he visto... y si la veo seguro es carisísima y no voy a pretender comprarla. Ustedes tal vez la puedan conseguir porai; pero en caso de que no la consigan o les de fastidio buscar, aquí está la receta.

Dato útil: cuando vivía en Barcelona recuerdo que me tardé varios meses en conseguir un lugar donde comprar ajonjolí. Ese lugar ya cerró jajaja pero en general en las tienditas de comidas orgánicas y eso pueden conseguirlo. Allá se llaman semillas de sésamo (tipo la plaza).

Paso 1:

Los ingredientes:

La receta real es con aceite vegetal; pero como aquí no se consigue (podría renombrar esta vaina recetas de amor en tiempos de escasez con todo el peo de falta de ingredientes que hay), yo lo hice con aceite de ajonjolí y aceite de oliva. Siéntanse libres de usar aceite vegetal.
  • 1 taza de ajonjolí (semillas se sésamo)
  • aceite de sésamo
  • aceite de oliva
Paso 2:



Pongan el ajonjolí lo mejor repartido posible en una bandeja resistente al calor y metan eso al horno por unos 9 minutos. Tuesten hasta que el ajonjolí huela; pero no dejen que se queme ni cocine mucho.


Paso 3:


Saquen el ajonjolí del horno. Déjenlo enfriarse un pelo (unos 5-10 minutos). Métanlo en una licuadora o procesador. Lo importante es que tenga aspas de metal. La batidora de mano no funciona para esto. 


Agrégenle aceite. La cantidad de aceite depende un pelo del ajonjolí y eso. Unas 4 cucharadas (3 de aceite de ajonjolí una de aceite de oliva, en mi caso) debería ser suficiente; pero la cosa en verdad es bastante al ojo. 


Vayan licuando y viendo si se tritura bien. Vayan agregando aceite para facilitarlo. La idea es que quede como una crema más o menos espesa (pero no demasiado).


Cuando ya la cosa tenga una textura tipo esta, pásenlo a un frasquito de vidrio. Eso les durará meses guardado en la nevera.



Y listo, aquí tienen el ingrediente secreto que le da la magia a la mayoría de las recetas árabes.

Salú y buen provechó.
<3



Galletas de avena y chispas de chocolate

Tengo dos recetas de galletas que son mis favoritas: unas de nueces de macadamia y chispas de chocolate (que son brutales para hacer en versión "mágica") y estas. Como aquí no se consiguen nueces de macadamia desde hace como 3 años, esa receta no la puedo compartir (hasta que alguien me traiga macadamia =D). Como la vida no es tan mala, sí que puedo compartir esta receta. Estas galletas tienen varias cosas buenas: 
  1. son buenísimas
  2. son nutritivas
  3. son súper fáciles de hacer
En verdad no se me ocurren más cosas, creo que sólo me distraigo porque son muy buenas. El día que Wladimir llegó a visitar de Canadá llevé un pote grandote de estas galletas a su casa.... al día siguiente ya se habían acabado. Just sayin'...

Así que ya saben, si quieren hacer unas galletas buenísimas, fáciles de hacer y que les van a hacer quedar extra bien con la gente que las pruebe, esta es tremenda opción.

Paso 1:

Tal vez ustedes viven en lugares donde pueden ir a comprarse un Chai por ahí donde quieran (como en el Caj Chai en Barrio Gótico que es súper agradable y lleno de cosas ricas); pero yo no tengo esa suerte; así que por antojada aprendí a hacerme un Chai casero. La receta es súper fácil. Lo único que les digo es que, si lo van a intentar, compren todo ya molido. No cometan el mismo error que yo, que terminé pasando como 3 horas moliendo cosas.



Los ingredientes:
  • 1/4 taza pimienta negra molida
  • 2 cucharadas más 1 cucharaditas de gengibre molido
  • 2 cucharadas de canela molida
  • 2 cucharadas de cardamomo molido
  • 1 1/2 cucharadita de clavos molidos
  • 1 1/2 cucharadita de nuez moscada molida



Siéntanse libres de perderse un rato tomando fotos de algunas de las especies porque es divertido.



Todo esto lo mezclan junto y guardan en algún frasquito o bolsita hermética. Esta mezcla de especias se llama Chai Masala. Cuando quieran tomarse un chai sólo tienen que mezclar 
  • 1 cucharadita de chai masala
  • 1 taza de agua
  • 1 taza de la leche que prefieran (a mí me gusta muchísimo con leche de almendras e internet me dice que con leche de coco es brutal)
  • 4 cucharaditas de té negro (yo uso uno que conseguí que viene con vainilla francesa; pero cualquier té negro funciona)
  • el edulcorante que prefieran
Todo eso lo mezclan junto, lo ponen a hervir, después de que hierva lo tapan y dejan por unos 5 minutos. Después de esos 5 minutos, lo sirven pasándolo por un coladorsito con huecos bien chiquitos. Pueden agregar más leche o azúcar (o el edulcorante questén usando, pues) si quieren. 

Paso 2:



Volviendo a lo que vinimos. Las galletas.

Los ingredientes:
  • 1 3/4 tazas de harina de trigo
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 taza (dos barras) de mantequilla o margarina derretidas
  • 1 1/4 tazas de de azúcar morena
  • 1/2 taza de azúcar 
  • 2 huevos grandes
  • 2-6 cucharaditas de leche de almendras 
  • 3 cucharaditas de extracto de vainilla
  • 1 cucharada de canela
  • 2 1/2 tazas de avena
  • 2 tazas de chocolate negro de taza, roto en pedacitos chiquitos
Paso 3:



Echen en un bol majomenos chiquito la harina, el polvo de hornear...



... y la sal. Denle vueltitas y mezclen esa vaina.

Paso 4:


Pongan a precalentar el horno a 375ºF.

Echen la margarina o mantequilla derretida en un bol grande. Yo la derrito en microondas; pero la pueden derretir como quieran.


Vayan agregando el azúcar poco a poco y mezclando esa vaina. Yo lo hice con batidora eléctrica porque soy floja y tal; pero no es necesaria en absoluto. De hecho está de más. Cuando sigan viendo las fotos verán que ahí mismo cambié a mezclar todo con una cuchara normal y ya. 

Como pueden ver, yo usé solamente azúcar blanco; pero la única razón de esa decisión es que hace años que aquí no se consigue azúcar morena. Les prometo que esto sabe mejor con azúcar morena. De hecho si usan 1 3/4 tazas de azúcar morena en vez de la mezcla de los dos azúcares, seguro que las galletas les quedan increíbles. En fin, que no dejen de usar el azúcar morena porque es mágico (¿a?). <3

Paso 5:

Ahora agregan la leche de almendras (pueden usar leche normal; pero el sabor es mejor con leche de almendras). Si ven en los ingredientes, puse entre 2 y 6 cucharadas de leche. Les explico por qué: la cantidad de leche va a definir la contextura de las galletas. Si le ponen menos leche, las galletas van a tener una contextura más infladita clásica, tipo así. Si le ponen más, tendrá una textura más planita y alargada, tipo galleta de subway. Mientras más leche, más plana. 

Como en mi casa prefieren las galletas más bien planitas, yo le eché esta vez 6 cucharadas de leche de almendras; pero cuando hago para otra gente le pongo 3. Ya verán ustedes como las prefieren.


Echen los huevos...



... la vainilla...


... y la canela. Pueden echarle más canela si quieren, la mezcla queda brutal.


Mezclan todo lo anterior hasta que tengan una mezcla homogénea (con una cuchara normal se mezcla perfecto, no sean idiotas como yo).

Paso 6:


Van agregando la mezcla inicial de harina y eso poco a poco y mezclando hasta que tengan una mezcla homogénea y ya mucho más espesa.

Paso 7:


Agregan la avena...



... y el chocolate roto en pedacitos. Una buena manera de romper el chocolate en pedacitos es caerle a golpes con algo pesado. Yo por ejemplo tengo un martillo de esos de suavizar carne que creo que nunca se ha usado para ese fin en mi casa. Con eso le caigo a golpes por un rato al chocolate. Vale la pena igual revisarlo antes de echarlo y con un cuchillo cortar los pedazos medio grandes que queden.


Mezclen toda esa verga y vean como ya tienen un cookie dough bien que tal (que ya sabe súper rico, por cierto). ¿De dónde habrá salido esa vaina de que comer la harina sin cocinar cae mal? Yo me la paso haciéndolo y mi único problema ha sido el reciente de la alergia; pero aparte de eso nada.

Paso 8:


Con mantequilla aparte de la que usaron para la mezcla, engrasen unas 3 bandejas... o una que usarán 3 veces. Esta receta da para muchísimas galletas. Tipo 48, algo así. No tengan miedo de hacer la receta por la mitad si quieren. Da igual. De todos modos son galletas y duran bastante.


Pongan bolitas de galletas en la bandeja. Yo las aplasto siempre un pelo porque en serio me molesta que se inflen demasiado; pero eso ya depende de cada quien. Si les van a poner las 6 cucharadas de leche, sepárenlas más de lo que ven en esta bandeja, porque si no les va a pasar como a mí que se medio pegan todas entre sí y quedan como hexagonales y no tan bonitas.


Metan esa verga al horno. Si las hacen con 6 cucharadas de leche, déjenlas 10 minutos. Si las hacen con menos leche, cocinen entre 9-10 minutos para galletas chewy y entre 12-13 para galletas duritas (cuando las hago con menos leche me parece que el tiempo ideal es 10-11 minutos).


Saquen la bandeja y déjenla enfriar por unos 10 minutos, o hasta que la puedan tocar sin quemarse. Con una espátula sacan las galletas (¿ven lo que les digo de que quedan como hexagonales?).


Noten como la receta da para muchísimas galletas. Noten lo alta que es esta montaña de galletitas y son de las planas. Es tremenda receta para regalar o tener galletas en casa por algún tiempo y para visitas y tal. También para llevarle a gente para consentirlos o quedar bien.
Los de ustedes que tengan sobrinos o niños con los que interactuar a veces, es una buena galleta para meterle avena y cosas nutritivas a niños y que ni se den cuenta (o, en mi caso, a mi mamá, que últimamente come como un niñito).

Lo único malo de estas galletas es lo rápido que se suelen acabar para la cantidad que son (vuelvo a mencionar el caso de las que llevé a casa de Wladimir que no duraron ni un día jajaja).

Disfruten consintiendo y consintiéndose con estas galletitas.

Salú y buen provechó.
<3